martes, 1 de noviembre de 2011

Sacuden, sacuden sus alas los negros pájaros del rito!


Sacuden, sacuden sus alas los negros pájaros del rito!
Luego de animar la materia muerta del síndrome
De profanar el epitafio de la tumba del dios con acido pis,
Hemos ingresado.

Aquellos cuervos solían jadear fúnebres,
Nos parpadeaban al unisonó la señal lúgubre  
Mientras el aparato psíquico surgía  florecido en fuegos
 En la alegoría tuerta y manca de la mente.

Con los pies, secos de la humillación
Las encías hinchadas, aumentadas por la sequia
Repitiendo en funciones cuadráticas el aliento de los cadáveres
Que expulsando el tiempo hacia atrás, hemos ingerido.

Los hemos oído.

Cuando el griterío desafinado de aves sucedió, pactamos.
Alineamos en una ronda frontal a la esfera caliente
Y recitamos los mantras para la sanación ascética del solsticio que crecía 
 en la entrometida madrugada aterciopelada
Bajo el designio insoslayable de las casas astrales,

Hemos dado con.

Hemos atravesado el magnetismo invisible de la frontera,
Y realmente nos hemos adentrado.

La certificación absoluta ante los custodios de la eternidad,
La idea de diversión ante la primera tormenta del estío, irresoluta
Tibia, desesperadamente ansiosa y leve.

Descaradamente hemos bebido,

Coloreando de líquido los mandalas de la sed en la inauguración del llanto,
Detrás de la senda de huellas de animales mitológicos  desaparecidos,
Registrados,
Irreprochablemente, nos hemos inducido.

El atardecer resulta ser a solo un kilometro,
Siempre conduciendo en direcciones siempre venideras
Para anestesiar el toxico de la influencia del sol sin sombra,
Del djavu  tautológico del imperio matinal.

Seguimos, entonces, caminando.

Los demonios del norte amparan la bahía gestando sus armas desde el horizonte,
Cuando todo parece estar escrito en las alucinaciones
Y La apuesta del oráculo debe deteriorarse ante la voluntad,
Solo queda flotando un solo color,

Y, créeme,
Aun no hemos concurrido al último tramo,
No aun,
Solo nos estamos adentrando.

El último descanso es el más  significante.

Urano se presenta con anomalías físicas de nacimiento,
La diosa, su madre, no promete más que la unión de las células estrelladas de su hijo,
Esparcidas, otorgantes de símbolos luminosos en la noche acéfala,
En la culpa de la ausencia de cerebro nocturno que siente el novilunio.

Hemos terminado de entrar,
Y entre nosotros,
La diferencia entre el beso que se le da a un amante y el que se le da a un conocido.

Hemos cesado de ingresar,
Los pájaros
Los muertos,
Los gritos,
Los cuervos,
Los mitos,
Los cuentos,
Mi rostro esperando la fotografía de recuerdo en el hueco vacante del novilunio,
El secreto.

Sacuden, sacuden sus alas frenéticas los negros pájaros del rito!
Hemos llegado a mi ciudad natal.

Hay ruidos,
Es cierto. 

3 comentarios:

  1. Lo leí tres veces.En mi, generaste varios nuevos lugares.

    Sos un animal!

    Me encanto

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  2. Gracias Leo. Gracias por leerme siempre y dejar bellas palabras. Sos de los pocos que lo hacen, para vos y dos mas escribo. Un gran abrazo.

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  3. No. Es que mi palbras, son vanas. Hace de cuenta que no existen.

    O chupamedias o analista con fin de critico. Esos son los posibles lugares, que se pueden tomar, cuando se deja algún comentario.

    Escribís para varios.

    A llorar, al llorerio.

    Abrazo grande!

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